sábado, 7 de mayo de 2011

MANEJO DE GAS CLORO

La exposición a cantidades concentradas del gas de cloro puede ser tóxica y puede causar irritación a la piel, los ojos, la nariz, y las membranas mucosas. El gas de cloro no tiene que ser peligro serio si es que las personas que trabajan con él están adecuadamente capacitadas en su manejo. 

Los siguientes son algunos consejos para asegurar el manejo seguro del cloro.
1. Proporcione instrucciones y supervisión apropiada a los trabajadores encargados con la responsabilidad del equipo.
2. Proporcione aparatos respiratorios autocontenidos apropiados en las áreas donde se almacene o se use el cloro.
3. Mantenga todos los aparatos respiratorios fuera del área de cloro.
4. Prepare planes de evacuación de las áreas donde pueda haber fugas de cloro. Recuerde irse cuesta arriba y contra el viento.
5. Nunca almacene materiales flamables o combustibles cerca de contenedores de cloro.
6. Nunca aplique calor directamente a un contenedor de cloro
7. Nunca intente soldar tubería “vacía” de cloro sin haberla purgado primero.
8. Instale duchas de seguridad e instalaciones para lavado de ojos cerca del equipo de cloro.
9. Si hay una fuga, las reparaciones deben hacerse por dos personas por lo menos.
10. Nunca rocíe agua en los contenedores con fugas; esto puede empeorar la fuga.
11. Al entrar en un área de equipo, respire superficialmente hasta estar seguro de que no haya fuga de gas cloro.
12. Utilice el equipo de cloración para deshacerse directamente del gas cloro.
13. Asegure los contenedores de cloro con cadenas, calzos, o pernos.


ROPA DE PROTECCIÓN PERSONAL

Al manejar el gas cloro, la ropa protectora debe incluir:
(1) Careta de cara completa o goggles no-ventilados para químicos;
(2) guantes de hule resistentes a químicos;
(3) delantal o chaqueta; y
(4) mangas largas y pantalones.
(5) deben ser prohibidos los zapatos abiertos y los tenis al manejar el gas cloro.


EFECTOS A LA SALUD

Concentraciones bajas: sensación de ardor en los ojos, la nariz, y la garganta, rojez en la cara, estornudos y tos.
Concentraciones altas: tensión en la garganta y pecho – edema pulmonar. Mil partes por millón (PPM) provoca rápidamente la muerte.


PRIMEROS AUXILIOS

INHALACIÓN
(1) Saque a la víctima del área contaminada.
(2) Mantenga caliente a la víctima y en una posición inclinada con la cabeza y los hombros elevados.
(3) Administre respiración artificial, si es necesaria.
(4) Administre oxígeno en cuanto sea posible.
(5) Llame al personal de emergencias o a un médico inmediatamente.


CONTACTO CON LA PIEL

(1) Ponga a la víctima en una ducha, quitando toda la ropa contaminada.
(2) Lave el área afectada con jabón y agua.


CONTACTO CON LOS OJOS

(1) Lave los ojos con agua durante 15 minutos, manteniendo los párpados bien abiertos.
(2) Llame al personal de emergencias o a un médico de inmediato.
(3) Lave los ojos por un segundo periodo de 15 minutos si el personal de emergencia o el médico no está disponible inmediatamente.

domingo, 1 de mayo de 2011

LOS PRIMEROS DE MAYO EN URUGUAY

La primera conmemoración publica del día internacional de los trabajadores en nuestro país tiene lugar el 1 de Mayo del año 1890, apenas 4 años después de los trágicos sucesos de Chicago que dieran origen y significación a la fecha.

Aquellos pioneros luchadores obreros convocaron a la manifestación callejera con un humilde volante en el que se podía leer: “Hoy primero de Mayo de 1890 se invita a todos los obreros de Montevideo a asociarse a la huelga universal. Se os invita para la Protesta contra la explotación del hombre por el hombre”, firmaba el llamamiento la Comisión Organizadora.

El acto se desarrollo en la intersección de las calles 18 de Julio y Olimar (actual Germán Barbato), a la concentración asistieron algunas decenas de personas.

A pesar de la modesta concurrencia la prensa de la época registro el acontecimiento y el digno esfuerzo de aquellos trabajadores fue retomado en años posteriores hasta convertir al 1 de Mayo en una de las fechas de mayor significación para el mundo del trabajo en nuestro país.

Los sucesivos primeros de Mayo se convirtieron en jornadas de genuina lucha obrera en donde los trabajadores ganaban las calles y plazas para tomar la palabra. Eran días en donde “el sudor desplazaba al perfume”.

Las diferentes corrientes de opinión del movimiento obrero y sus diversas expresiones sociales y políticas hacían sentir sus reclamos y el eco de sus justas demandas se multiplicaban al paso de las columnas de trabajadores.

Resulta materialmente imposible en los limites de este articulo reseñar en detalle las características y particularidades de cada acto del día de los trabajadores.

No obstante, vale la pena recordar de modo arbitrario y fugas algunos de los episodios más salientes de esta rica historia.

Un punto álgido de la combatividad obrera se expresa en el 1 de Mayo de 1923. Al pasar la marcha por la Avenida 18 de Julio, cientos de manifestantes expresaron su indignación apedreando un bar que permanecía abierto, la acción obrera de escarmiento motivo una furiosa represión policial con el saldo de dos muertos, un trabajador y un policía ambos fueron ultimados a balazos durante la reyerta.

Años mas tarde, en 1933, durante la resistencia a la dictadura de Terra son asesinados los militantes populares Idalecio Lujambio y Julia Scorino.

En los años posteriores fue construyendo herramientas unitarias en medio de fuertes polémicas y enfrentando feroces escaladas represivas.

Hacemos un salto en la historia para detenernos en uno de los episodios de mayor tensión a la interna de las organizaciones sindicales, se trata de los debates en torno al carácter del 1 de Mayo del año 1973.

Los sectores mayoritarios de la CNT pretendían imprimirle a esta conmemoración un carácter festivo, estaba previsto que el acto comenzara con un desfile de caballería gaucha y posteriormente mas de 500 escolares harían lo propio con sus flamantes túnicas y se instaba a los sindicatos a participar con carros alegóricos que representaran los distintos oficios.

Las cárceles estaban desbordadas de luchadores sociales y la tortura era el destino seguro de cientos de activistas.

La Tendencia Combativa y otros sectores de la izquierda política enfrentaron esta absurda decisión y convocaron a un Primero de Mayo de Lucha.

En un volante editado por la ROE (Resistencia Obrero Estudiantil) en ocasión de la mencionada polémica se dice con claridad y contundencia: “Ya celebraremos un primero de Mayo de alegría. Será cuando con la Lucha de todos derrotemos al enemigo de clase y construyamos el poder popular en nuestra patria libre y socialista”.

Durante los oscuros años de la dictadura cívico militar el movimiento obrero se constituyo en un pilar de la resistencia. Desde la heroica huelga general de 15 días en adelante miles de trabajadores enfrentaron la cárcel, la clandestinidad, el exilio, la tortura, la desaparición y la muerte.

En el curso de los terribles años de la salvaje represión, los trabajadores siempre se ingeniaron para recordar el 1 de Mayo, aveces en un clandestino asado o partido de fútbol, otras en un acto “cultural” y hasta en una parroquia los obreros se juntaban para rendir merecido homenaje a los mártires de Chicago y par exigir el fin de la dictadura.

No hubo un solo año en el que de un modo u otro no se haya recordado el día internacional de los trabajadores.

En el amanecer de la década del 80, la resistencia avanza y el movimiento obrero comienza su reorganización bajo el impulso de una nueva generación de militantes y dirigentes sindicales. Este proceso da origen al PIT (Plenario Intersindical de Trabajadores).

Quedara para siempre grabado en la mejor historia de la clase obrera uruguaya el acto del 1 de Mayo de 1983 en donde más de 200.000 personas salieron a la calle por Libertad, Trabajo, Salario y Amnistía.

Esta formidable expresión de pueblo abrió el camino para el obeliscazo de 400.000 personas y para el paro general de 24 horas del 18 de Enero de 1984, el primer paro general luego de 11 años de dictadura.

Desde la recuperación de algunas libertades democráticas hasta nuestros días la historia es ampliamente conocida, a este respecto señalaremos simplemente que la clase obrera estuvo y estará en primera fila a la hora de defender la libertad y delinear los caminos de la sociedad sin opresión.

Abrigando la esperanza de que esta incompleta reseña contribuya al esclarecimiento y el desarrollo de la conciencia clasista de los trabajadores de nuestro gremio, consideramos de utilidad cerrar estas líneas citando textualmente el llamamiento de los obreros norteamericanos en los días previos al 1 de Mayo de 1886.

El documento de los trabajadores de Chicago con el que convocaban a la huelga sostenía: “¡Un día de rebelión, no de descanso!. Un día no ordenado por las voces jactanciosas de las instituciones que tienen encadenado al mundo del trabajador. ¡Un día en que el trabajador hace sus propias leyes y tiene el poder de ejecutarlas!. Todos sin el consentimiento ni aprobación de quienes oprimen y gobiernan.

Un día en que con tremenda fuerza la unidad del ejercito de los trabajadores se moviliza contra los que hoy dominan el destino de los pueblos de toda la nación.

Un día de protesta contra la opresión y la tiranía, contra la ignorancia y la guerra de todo tipo.

Un día en que comenzar a disfrutar ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso, ocho horas para lo que nos dé la gana”.

Primero de Mayo 2011 en el mundo



Credito: radiorebelde.icrt.cu
Manifestantes de grupos de izquierda marchan con una estrella roja cerca de la plaza Taksim, durante unam manifestación por el primero de mayo en Estambul. Foto tomada de Cubadebate

La Habana, 1º mayo 2011. - El mundo recuerda hoy a los trabajadores que el Primero de Mayo de 1886, hace 125 años, realizaron jornadas de lucha por la reivindicación laboral de las 8 horas de trabajo.

Los hechos se originaron en Estados Unidos, con el rápido avance industrial en la segunda mitad del Siglo XIX. En esa época creció enormemente la masa trabajadora de hombres y mujeres. Los trabajadores consiguieron agruparse en sindicatos para defender sus derechos y lograr mejoras laborales.

Es así que en noviembre de 1884 se celebró en Chicago el IV Congreso de la American Federation of Labor. Allí propusieron obligar al sector patronal estadounidense que sea a partir del 1 de mayo de 1886 el respeto de la jornada de las ocho horas. De no cumplirse se irían a la huelga, con mítines y concentraciones obreras.

En 1886, el presidente estadounidense Andrew Johnson promulgó la llamada Ley Ingersoll, estableciendo la jornada de ocho horas. Al poco tiempo, diecinueve estados sancionaron leyes con jornadas máximas de ocho y diez horas (aunque siempre con cláusulas que permitían aumentarlas a entre 14 y 18 horas).

Debido a la falta de cumplimiento de la Ley Ingersoll, las organizaciones laborales y sindicales de EE.UU. se movilizaron. La prensa calificaba el movimiento como “indignante e irrespetuoso”, “delirio de lunáticos poco patriotas”, y manifestando que era “lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo”.

El 1ro. de mayo de 1886, 200.000 trabajadores iniciaron la huelga mientras que otros 200.000 amenazaban con parar.

En Chicago donde las condiciones de los trabajadores eran mucho peor que en otras ciudades del país las movilizaciones siguieron los días 2 y 3 de mayo.

Los enfrentamientos de los trabajadores de la fábrica de maquinaria agrícola McCormik que era la única que no había parado, llevaba más de dos meses de agitaciones, con los patrones y rompehuelgas contratados para tales efectos.

El choque fue violento. Al día siguiente intervino la policía para dispersar a más de 50.000 manifestantes. El 4 de mayo se congregaron los obreros frente a McCormik.

La manifestación fue rechazada y hubo 6 muertos y numerosos heridos.

Un mitin en la Plaza Haymarket, donde los más destacados dirigentes sindicales harían uso de la palabra se convirtió en tragedia luego que una bomba estallara cerca de las fuerzas policiales, con un saldo de seis policías muertos, lo que provocó una reacción mayor de las fuerzas policiales que atacaron despiadadamente con un resultado de 38 muertos y 115 heridos.

El 21 de junio de 1886, se inició un proceso contra los 31 responsables de la masacre hasta quedar ocho involucrados. Hubo irregularidades en el juicio y los procesados fueron declarados culpables. Tres de ellos fueron condenados a prisión y cinco a la horca.

Luego del Congreso Internacional de Trabajadores en julio de 1889 en París, fijaron el día 1 de mayo como día de ratificación de los derechos de los trabajadores y de reclamos contra las arbitrariedades sociales.