sábado, 26 de marzo de 2011

EL TRABAJO A TURNOS

La OIT define los factores psicosociales como “las interacciones entre las condiciones de trabajo y las capacidades, necesidades y expectativas de los trabajadores, que están influenciadas por las costumbres, cultura y por las condiciones personales fuera del trabajo”.
El concepto pues hace referencia a aquellas condiciones que se encuentran presentes en una situación laboral y que están directamente relacionadas con la organización, el contenido del trabajo y la realización de la tarea y que pueden afectar tanto al bienestar ( físico, psíquico y social) del trabajador como al desarrollo del trabajo.
Así pues, cuando se presentan unas condiciones psicosociales desfavorables, se producirán una serie de alteraciones no sólo a nivel de conducta sino también en la salud del trabajador.
Las consecuencias que de ellos se pueden derivar se reflejan a nivel individual: estrés, insatisfacción, falta de motivación, malas relaciones sociales, etc.
Naturalmente las características individuales del trabajador van a determinar la percepción e interpretación de las condiciones psicosociales, ya que “la realidad psicosocial hace referencia no tanto a las condiciones que objetivamente se dan, sino a cómo son percibidas y experimentadas por la persona”.

Desde un punto de vista metodológico, podemos agrupar los factores psicosociales en tres apartados:
.-Factores inherentes a la organización del trabajo
.-Factores inherentes a la tarea
.- Características individuales

Dentro del primer apartado , nos vamos a centrar en uno de los factores ligados a la organización temporal: LA JORNADA DE TRABAJO
No cabe duda que en la actualidad se ha mejorado mucho, respecto a la duración de la jornada laboral. Se ha evolucionado desde las largas jornadas, de hasta 16 horas, a que estaban sometidos los trabajadores en los comienzos de la revolución industrial, al momento actual, en el que el Estatuto de los Trabajadores, ha establecido la jornada de 8 horas.

Regulada la duración de la jornada, lo que nos preocupa, por las distintas consecuencias que tiene, es la distribución de las horas de esa jornada.
Son muy diversos los horarios laborales que se dan en la actualidad, en función de las necesidades de organización de la empresa, pero desde un punto de vista psicosocial, el que más nos interesa comentar es el del trabajo a turnostrabajo nocturno.
Lo normal sería que las horas de trabajo se distribuyeran durante el día, y el resto de las horas las pudiéramos dedicar a actividades sociales, familiares y de ocio. Sin embargo esto no es así, y hay un gran número de trabajadores, cada vez más, que por distintas circunstancias de la organización de su empresa, tienen horarios rotativos u horarios nocturnos.

De hecho, en la CEE se estima que el 20% de los trabajadores del sector industrial y el 18% del de servicios, trabaja a turnos, es decir, 18 millones de personas.
En España, según CC.OO, son más de dos millones los españoles que trabajan a turnos o en horario nocturno.
¿ Por qué una empresa necesita este tipo de organización con actividad laboral durante las 24 horas del día? Puede deberse a necesidades de distinta índole:
• Necesidades de servicio: sanidad, hostelería, transporte público...
• Necesidades técnicas: industrias del vidrio, de artes gráficas...
• Necesidades económicas: amortización de maquinaria, mejores índices de producción...

Por una u otra circunstancia, está claro que el trabajo a turnos, y nocturno, constituyen un grave problema psicosocial, que como veremos mas adelante, tiene consecuencias negativas para el bienestar del trabajador.
El trabajo a turnos se define como” aquél que es desarrollado por distintos grupos sucesivos, cumpliendo cada uno de ellos una jornada laboral, de manera que se abarca un total entre 16 y 24 horas de trabajo diario”.

Se dan las siguientes formas de organización:
Sistema discontinuo: El trabajo se interrumpe normalmente por la noche y el fin de semana. Supone pues dos turnos, el de mañana y el de tarde.

Sistema continuo: Se trabaja todos los días de la semana, durante las 24 horas del día.
A nivel legal, el Estatuto de los Trabajadores, define el trabajo a turnos como “toda forma de organización del trabajo en equipo, según la cual los trabajadores ocupan sucesivamente los mismos puestos de trabajo, según un cierto ritmo, continuo o discontinuo, implicando para el trabajador la necesidad de prestar sus servicios en horas diferentes en un período determinado de días o semanas”
Son muy numerosos los estudios que se han llevado a cabo sobre este tema, y lo que aparece claramente constatado es que el trabajador a turnos está menos satisfecho en su trabajo, que los que gozan de un horario fijo. Asimismo, es comúnmente aceptado que el trabajo a turnos y sobre todo el nocturno, plantea una problemática humana con efectos sobre la salud y la vida social y familiar del trabajador.
Veamos que alteraciones se producen en la salud, en la vida familiar y social y qué repercusiones tiene en la vida laboral.

ALTERACIONES EN LA SALUD
Trastornos del sueño
Es una de las principales alteraciones que se producen en el trabajador a turnos o nocturno; se manifiesta en un déficit de sueño y en perturbaciones durante el mismo.
La insuficiencia de sueño condiciona una gran parte de las consecuencias patológicas del trabajador: duerme poco y duerme mal, ES UN SUEÑO DE MALA CALIDAD.
El sueño comprende dos fases: una de sueño lento y una de sueño rápido.
En la primera fase, se da un período inicial de sueño ligero y un segundo período de sueño profundo, en el que disminuyen las constantes fisiológicas y el tono muscular. Esta fase del sueño permite LA RECUPERACIÓN FÍSICA DEL ORGANISMO.
La segunda fase de sueño rápido o sueño paradójico, es la que permite LA RECUPERACIÓN PSÍQUICA. Por tanto, para recuperarse de la fatiga diaria es necesario dormir una media de 7 horas, de manera que puedan darse todas las fases del sueño, facilitándose así la recuperación física y psíquica.
En el trabajador a turnos, esto no es posible, ya que el sueño se ve alterado, no produciéndose nunca una adaptación plena al cambio horario. Por ejemplo, en el turno de noche, al alterar el ritmo sueño/vigilia, y a causa de la mayor dificultad de dormir de día ( luz, ruido..) se produce una reducción del sueño profundo, por lo que se dificulta la recuperación de la fatiga física.
A largo plazo, esta situación provoca una acumulación de fatiga, llegando a la fatiga crónica, que se puede considerar, como un estado patológico, con alteraciones de tipo nervioso, dolor de cabeza, irritabilidad, depresión, estrés; enfermedades digestivas y del aparato circulatorio

Trastornos de la alimentación
El horario de trabajo afecta a la cantidad, calidad y ritmo de las comidas. En el trabajo a turnos se producen alteraciones en los hábitos alimentarios: la calidad de la comida no es la misma, se come rápidamente y en distintos horarios. En el turno de noche hay además, una tendencia al aumento del consumo de café, tabaco y excitantes.
Los trastornos más frecuentes son la dispepsia, gastritis y úlcera,

Alteraciones de la vida social
Las actividades de la vida cotidiana están organizadas pensando en las personas que trabajan en horarios habituales, y como el ser hmano es diurno, la sociedad está programada para desarrollar las actividades familiares, sociales, y de ocio, durante el día.
Además de esto, el tiempo libre se valora no sólo en función del número de horas, sino también en función de su situación en la semana. El trabajo a turnos, sobre todo el nocturno y el de tarde, imposibilitan el mantener unas relaciones sociales y unos momentos de ocio familiares, por lo que muchos trabajadores tienen la sensación de estar aislados, ya que no coinciden sus actividades con el resto de las personas que les rodean.

Repercursiones en la vida laboral
Generalmente en el turno de noche se obtiene un menor rendimiento y una menor calidad del trabajo realizado, especialmente en el tramo que va, desde las 3 hasta las 6 de la madrugada, ya que en estas horas la capacidad de atención y toma de decisiones, así como la rapidez y precisión de los movimientos es más reducido.
En esta banda horaria es más probable que se produzcan errores por la dificultad de mantener la atención y de percibir correctamente la información.
Algunos estudios han demostrado que las personas que trabajan a turnos perciben su trabajo como más estresante que las del turno de día y piensan además que su trabajo les ocasiona fatiga física y mental.

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